En medio de la pandemia COVID-19, República Dominicana llevó a cabo sus elecciones generales el 5 de julio de 2020, aunque no incólume de los efectos de la crisis sanitaria: las elecciones fueron postergadas varias semanas, uno de sus principales candidatos se contagió del virus y la participación resultó menor al promedio histórico.
La Junta Central Electoral de República Dominicana declaró como presidente electo a Luis Abinader (Partido Revolucionario Moderno), con 52.5% de los votos válidos, de manera que el partido en el gobierno (Partido de la Liberación Dominicana) no logró la continuidad con 37.5% de los votos. Por su parte, el expresidente Leonel Fernández obtuvo 8.9% de los votos, contradiciendo algunas premisas comunes sobre la invencibilidad desde la reelección.
¿Cómo entender estos resultados? ¿Cuáles hechos responden a procesos políticos de mayor data y cuáles resultan específicas de la coyuntura (pandemia incluida)? Para responder estas preguntas, la Escuela de Ciencias Políticas invitó al profesor Leiv Marsteintredet de la Universidad de Bergen, quien es especialista en política comparada, presidencialismo, Latinoamérica y República Dominicana.
En esta primera entrega de Ventanas a la Política Internacional, el profesor Marsteintredet dilucida la dinámica de la competencia electoral dominicana, la genealogía del sistema de partidos y las particularidades de la contienda (campaña, promesas, candidaturas presidenciales y vicepresidenciales). El caso dominicano muestra que no todas las elecciones en América Latina se pueden reducir a un mismo fenómeno (v.g., continuismo, populismo) y que, más bien, la región goza de una variabilidad política que no debe simplificarse en una única lectura.
Nota: Dr. Adrián Pignataro López, Docente ECP
Edición: Unidad de Producción y Comunicación. ECP